Los teléfonos móviles han dejado de ser meros dispositivos de comunicación para convertirse en herramientas vitales para el monitoreo de la salud. Gracias a los avances en sensores y aplicaciones, los móviles ahora pueden rastrear una amplia gama de métricas de salud en tiempo real.

Entre las funcionalidades más destacadas se encuentran los monitores de frecuencia cardíaca, los sensores de oxígeno en sangre y las aplicaciones de seguimiento de la actividad física. Estas herramientas permiten a los usuarios llevar un control exhaustivo de su salud diaria, identificar patrones y detectar posibles problemas antes de que se conviertan en serios.

Además, la integración de los móviles con dispositivos médicos portátiles, como glucómetros y tensiómetros, permite un monitoreo aún más preciso y personalizado. Las aplicaciones de telemedicina también están en auge, facilitando consultas médicas remotas y acceso a profesionales de la salud desde cualquier lugar.